martes, 14 de octubre de 2014

Poesía insular III


Islas personales, habitadas, olvidadas, agrestes, misteriosas, fantásticas... algunas con calificativos de sobra o insuficientes. 
Innegablemente, la isla es una realidad geográfica constantemente metaforizada.
Hay para quienes existe la isla errante: un barco, témpano o persona también pueden adquirir condición de insularidad...


Monólogo frente al Michigan Lake mientras arde un pato (fragmento) 

(…) 
En La Habana se mete la isla al cuerpo, 
ya soy mitad yo y mitad isla 
voy lleno de mar y ron y negros y grados centígrados 
inútil defenderme del viento 
o agarrarme a mí mismo con los puños metidos 
en los bolsillos 
inútil engañar al cuerpo con la ilusión de que 
alguien nos protege: 
nadie nos espera detrás de la barricada, 
qué soledad la punta del tiempo. 
(…) 



El texto anterior es del mexicano-catalán Jordi Soler con la idea del humano que adquiere inherente la propiedad de aislamiento, pero ésta tiene también su antítesis como la negación del poeta inglés John Donne, quien ya escribió en el siglo XVII: 


Meditación XVII


Ningún hombre es una isla, 
entera en sí, 
Cada hombre es pieza de continente, 
parte del total. 
Si el villano es arrastrado por el mar, 
Europa se reduce. 
cual si fuera promontorio, 
cual si fuera coro de amigos, 
o fuera propia: 
Toda muerte me disminuye, 
pues estoy con la humanidad 
Así no pidas saber por quién dobla la campana; 
dobla por ti. 


¿Existen personas - isla? ¿Son transversales al tiempo o al espacio? ¿Cuál es el borde que trastocan? La mexicana Helena Paz Garro, hija del laureado Octavio y la perseguida Elena, tuvo una historia de olvido ensombrecido y atrapó estas palabras en 1982:


Mi isla 


Mi isla de oro 
tan próxima tan lejana. 
La acerco con mis olas. 

Busco adivinar lo que encierra su frente 
para alcanzar el núcleo de sol 
en que se reabsorbe su ser, 
las playas blancas de sus pensamientos, 
la risa en su alma rumorosa de pájaros. 

Se aleja 
se convierte en una minúscula canica de oro 
y rueda bajo la puerta 
para siempre.




En esta nueva revisión de lecturas poéticas, diviso que las islas se encuentran muy cercanas a la nostalgia pero con fulgor y destellos siempre sorprendentes.